UTSURO BUNE |
Una de las primeras historias modernas de ovnis en el mundo surgió, de las aguas de Japón, junto a lo que muchos piensan que puede ser el primer dibujo moderno de un ovni.
El
22 de febrero de
1803, en una aldea de una playa japonesa del actual Ibaragi, sus habitantes
habrían visto flotar sobre el mar una extraña embarcación, diferente
a todas las que conocían, aproximándose a la costa. En sus botes se acercaron a
esta nave descrita con forma de incensario o de bolo para cocinar arroz, la
remolcaron hacia la playa, y a través de sus ventanas de vidrio pudieron
observar a una extraña mujer joven que estaba en su interior y que les hablaba
en un lenguaje incomprensible para ellos. Sus descripciones, rescatadas a partir
de antiguos libros, han sido consideradas por algunos como los primeros dibujos
modernos encontrados en el mundo acerca de una nave OVNI. De aquí surgió la
historia de Utsuro Fune, que significa literalmente en japonés "Bote Hueco".
¿Qué tanto hay de cierto en esta historia?
Son dos libros japoneses, el "Toen Shousetsu", de 1825, obra de varios autores,
y el "Ume no chiri" escrito en 1844, ambos compilaciones de hechos curiosos de
la época, quienes dan a conocer en detalle este relato, titulado "Mujer
extranjera en un barco hueco". El período histórico que comprenden corresponde
al Tokugawa (1603-1867), época en la cual Japón intentó mantenerse completamente
cerrado al contacto e influencia extranjera, en especial a la Occidental,
manteniendo en su interior una sociedad feudal o shogunado.
El "Toen Shousetsu" describe la extraña embarcación como de un diámetro mayor de
unos 5.5 mts, con una mitad superior de vidrio coloreado cubierto con rejillas y
protegido por "chan" (un tipo de betún impermeabilizante hecho de resinas de
árboles), estando el fondo de la nave protegido por placas
de fierro separadas. A través de la ventana vieron dentro de ella a esta mujer,
con cabellos y cejas rojas, a los que continuaba una larga cabellera blanca, y
cara rosada.
Por su parte, el "Ume no chiri", que data el acontecimiento un mes más tarde,
describe la mitad superior de la nave como negra y circundada por 4 ventanas
pequeñas, a través de las cuales se podía ver a esta mujer descrita como de unos
20 años, de 1.5 mts de altura y piel blanquísima, con largos cabellos y ropas
extrañas, que hablaba un idioma incomprensible y portaba una caja pequeña en sus
manos, a la que se aferraba y prohibía terminantemente acercarse. En el interior
de la nave había una especie de alfombra muy suave, trozos de carne y una
especie de torta como alimentos, e inscripciones en caracteres también
desconocidos para los testigos.
Quizá en base al diseño de la nave, en las últimas décadas muchos especularon que el relato no sólo podría estar basado en hechos reales, sino que en él podría estar involucrado una nave y un ser extraterrestre, convirtiéndose en un encuentro cercano del 3° tipo, el más antiguo documentado en un libro. Sin embargo, hay muchos cabos sueltos en este relato. Un profundo estudio al respecto fue realizado por Kazuo Tanaka (link abajo) en el 2000, quien, si bien confirma que en esa época no existían en Japón embarcaciones construidas con esas características y que su parecido con OVNI es razonable, aclara que la historia misma no es ajena al folklore tradicional japonés. Hay, por todo el país, historias de princesas extranjeras desterradas venidas de muy lejos, que llegaban a la isla precisamente en barcos huecos conocidos como Utsuro Fune.
El famoso folklorista japonés Yanagida Kunio concluyó lo mismo en 1925,
sugiriendo que se trata de una leyenda tradicional que concluye con el
retorno de la nave y la mujer al mar, de modo que no queden evidencias
comprobables, y que el aspecto descrito por el Toen Shousetsu de la princesa
es más sugerente de una mujer de raza blanca y cara hermosa que de un ser
alienígena, ya que de haber sido así, sus características físicas habrían
impresionado lógicamente mucho más a los pescadores que lo descrito en el
libro.
El propio Toen Shouetsu sugiere acerca de su origen:" de esta observación,
la mujer puede ser una princesa británica, bengalí o americana. Nadie lo
sabe con certeza".
Tanaka menciona también la ausencia de registros oficiales en documentos de
la época, considerando que dicho sector era muy vigilado por el shogunado
para evitar el arribo de barcos extranjeros, por lo cual esta extraña
situación hubiera ameritado una mayor preocupación por parte de la
autoridad. Además la nave parece haber sido construida de madera, ya que las
placas de fierro descritas eran intermitentes, no se movía en el mar ni
volaba por los aires, todo lo cual no es lo que uno esperaría de parte de
una nave extraterrestre. Su conclusión final es que estamos ante un relato
más ficticio que real, y cuya asociación con un OVNI sólo parece marginal.