El código secreto de la Biblia |
Matemáticos israelíes habrían descubierto un código que estuvo escondido en el texto original de la Biblia en hebreo desde hace ya más de tres mil años. En él se hallarían todos los sucesos que afectarían al mundo (la gran depresión económica, las guerras mundiales, los asesinatos de los Kennedy y del Primer Ministro Israelí, Itzhak Rabin, entre otros, incluyendo la fecha exacta, el lugar y el nombre de los asesinos).
El código oculto en la Biblia fue encontrado en el texto hebreo del Antiguo Testamento, es decir, en la primera versión escrita del libro sagrado. Así, habríamos de descartar el nuevo testamento de los crisdtianos. Aunque la Biblia judía ha sido traducida a todos los idiomas, los acontecimientos pueden develarse solamente en la versión original, ya que es el hebreo el idioma original de la Biblia. Pero, ¿cómo se pudo conservar intacto el código, después de 3.000 años? El texto original de la Biblia ha permanecido inalterado a través de los siglos.
Todas las Biblias en lengua hebrea original que existen en la actualidad son iguales letra por letra. Según Adin Steinzsaltz, principal traductor de textos hebreos antiguos, el Talmud (libro que contiene la tradición, doctrinas, ceremonias y preceptos de la religión judía) señala claramente que no puede usarse, y ha de ser enterrada bajo tierra, toda copia de la Tora (libro de la Ley de los judíos) que tuviera una sola letra errónea.
Hace más de 2.000 años, una comunidad de israelitas escondió
cientos de rollos de pergamino con los textos originales del Antiguo Testamento
en cuevas que rodean el Mar Muerto, por temor a que fueran destruidos. Estos
fueron descubiertos accidentalmente por un pastor en 1947, y ahora se conservan
en Israel, en un museo llamado Santuario del Libro de Jerusalén. Son los
enigmáticos y por muchos conocidos "Manuscritos del mar muerto".
La referencia al "fin de los días", se encuentra en un rollo de veintidós líneas
llamado Mezuzah, que ocupa un lugar central en la Biblia y que Dios ordenó poner
aparte y fijarlo a la entrada de cada hogar. "Queden en tu corazón estas
palabras que yo te dicto hoy. Se las repetirás a tus hijos, les hablarás de
ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así
acostado como levantado; las atarás a tu mano como una señal, y serán como una
insignia entre tus ojos; las escribirás en las jambas de tu casa y en las
puertas", ordenó Dios. Una sola palabra o signo que hubiera cambiado, habría
perdido el sentido del texto escondido. Pareciera que Dios quiso asegurarse que
el texto no se perdiera.
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Para dar con el código, Rips eliminó los espacios entre palabras
y convirtió la totalidad del texto bíblico original en una "hebra" continua
compuesta por 304.805 letras. Al hacerlo, la estaba devolviendo a la forma
primigenia que los grandes sabios le atribuyen, sin espacios, el texto pasaría a
estar escrito de forma
continua. Según la historia, ésa es la forma en que Moisés habría recibido la
Biblia de Dios.
El computador explora esta hebra en busca de nombres, palabras o frases
codificadas. Comienza por la primera letra de la Biblia y verifica todas las
secuencias alternas posibles: palabras formadas por saltos de 1, 2, 3 y así,
hasta varios miles de espacios. Luego repite la búsqueda empezando por la
segunda letra, luego por la tercera, la cuarta, hasta llegar a la última letra
del texto. Como en un crucigrama, la información codificada puede aparecer en
forma vertical, horizontal o diagonal. Cuando localiza una palabra clave, el
computador se dedica a buscar información relacionada con ella que encuentra generalmente en el mismo tramo del texto.
Nadie puede explicar, sin embargo, cómo fue creado el código. Todos los
científicos, matemáticos y físicos que han aceptado su existencia, coinciden en
señalar que ni los más veloces ordenadores de que disponemos, incluidos los del
Pentágono, las unidades centrales de la IBM, ni todos los computadores del mundo
trabajando juntos, podrían obtener un texto como el que fue codificado hace tres
mil años. Según el Dr. Rips, la información contenida en él "es infinita".
Uno de los episodios más dramáticos para los científicos fue descubrir, con un
año de anticipación, el registro del asesinato de Itzhak Rabin. Aunque trataron
de advertir al Primer Ministro, no pudieron evitar su muerte. Por más de tres
mil años, el suceso estuvo esperando en la Biblia a que alguien lo descubriera.
Existe también una diferencia con otras profecías, tipo Nostradamus, ambiguas,
como:
"una estrella surgirá del oriente y caerá el Gran Rey". En la Biblia, aparecen los detalles precisos, señalando nombres, fechas, ciudades y eventos como holocausto, guerra, terremoto, asesinato...Aunque en todo momento se señala la posibilidad de poder cambiar el futuro, sólo el tiempo dará o quitará razón al libro sagrado.