La sangre de San Genaro |
Se repite el milagro de San Genaro
Miles de napolitanos atestaron la catedral el miércoles para ser testigos de la licuefacción de la sangre de su santo patrón un buen presagio para Nápoles y para el mundo, de acuerdo con los creyentes.
San
Genaro fue arzobispo de Benevento. En 305 de nuestra era, el emperador
Diocleciano lo condenó a ser expuesto y morir por animales salvajes. La condena
parece no haber funcionado y por ello fue finalmente decapitado junto con otros
clérigos, convirtiéndose en mártir y después en santo de la iglesia católica
romana. Sus restos sufrieron una larga historia de traslados y ocultaciones. En
el siglo V, San Genaro fue declarado patrono de Nápoles. En 1337, fueron
instituidas celebraciones en su honor. Hasta esa fecha no se tiene constancia de
que el milagro de la licuefacción ocurriese.
Es en el diario de un ciudadano anónimo de Nápoles que aparece el primer relato:
"En el día decimoséptimo [de agosto de 1389] hubo una gran procesión para
celebrar el milagro realizado por Nuestro Divino Señor con la sangre de San
Genaro. La sangre, que está guardada en una ampolla, se volvió líquida tal como
si estuviera en el cuerpo vivo de Genaro aquel mismo día". En la misma época
surgió la leyenda de que una mujer habría recogido la sangre del mártir cuando
fue decapitado.
Existen dos ampollas con sangre, una contiene algunas gotas, la otra está llena
hasta 2/3 de su capacidad, ambas se encuentran dentro de una caja de vidrio
sellada la cual está dentro de una bóveda en la iglesia Capilla del Tesoro en la
ciudad de Nápoles. Tres veces al año la sangre es expuesta para la
veneración: el sábado que precede al primer domingo de mayo (fiesta del traslado
de San Genaro), el 19 de septiembre (celebración que recuerda su martirio) y el
16 de diciembre (fiesta que lo celebra como patrono de la ciudad). Durante estas
ceremonias sus participantes invocan al santo y piden el milagro. En mayo la
sangre es llevada desde el Duomo hasta la iglesia de Santa Chiara donde se licúa.
En septiembre la licuefacción se produce en el Duomo y las ampollas son
expuestas al público por 7 días para que las besen; algunos testigos afirman que
durante las noches la sangre solidifica, pero al día siguiente vuelve a licuarse
después de rezar nuevamente. En diciembre la bóveda es abierta y si la sangre se
encuentra líquida, las ampollas son exhibidas. La superstición (aunque no la
Iglesia) afirma que es mal augurio que el milagro no ocurra, la última vez que
eso aconteció fue en 1987 cuando un intendente comunista fue elegido en Nápoles.
¿Cómo explicar semejante fenómeno sobrenatural? Incluso para un creyente esta
pregunta tiene sentido ya que el Dios creador del Universo no podría oponerse a
sus propias leyes, las Leyes Naturales, porque sería negarse a sí mismo. Puede
objetarse a este razonamiento que nuestro conocimiento de la naturaleza está
lejos de ser completo. Convengamos, sin embargo, que existe una larga relación
de historias que dan cuenta de engaños introducidos con mala o buena fe, con la
intención de aumentar la credibilidad del pueblo, la mayoría de ellos
acontecidos hacia fines de la Edad Media. Auténtico o falso el milagro de la
sangre de San Genaro, la verdad debe ser única, y el deber del ser humano es
encontrarla.
Sabemos que la sangre una vez coagulada no se licua naturalmente. Los testigos
dan cuenta de que ningún proceso químico o físico es realizado sobre las
ampollas que contienen las reliquias. Ellas apenas son manipuladas, o sea,
retiradas de la bóveda, trasladadas, mostradas al público, en síntesis, son
sometidas a una suave agitación mecánica. Algunas substancias tienen la
propiedad de licuarse cuando son agitadas y solidificarse cuando están en
reposo, esta propiedad es llamada tixotropía. En 1991 Luigi Garlaschelli de la
Universidad de Pavia, Franco Ramaccini de Milán y Sergio Della Sala del Hospital
San Paolo de Milán publicaron un artículo en la revista Nature en el cual
describían la propiedad tixotrópica de una substancia que bien podría reproducir
los fenómenos relatados. A fines del siglo XIX, el profesor Albini de la
Universidad de Nápoles, ya había sugerido una mezcla tixotrópica cuyo color
asemejaba al de la sangre
de San Genaro. Sin embargo esta mezcla no conseguía mantener sus propiedades
durante más que un corto tiempo y además usaba entre sus componentes chocolate,
que fue introducido en Europa después de 1492.
En el trabajo de Garlaschelli se obtiene una solución coloidal de Hidróxido de
Hierro, FeO(OH), para su preparación es necesario cloruro de hierro (FeCl3),
carbonato de calcio (CaCO3) y cloruro de sodio (NaCl) además de agua destilada.
Las tres primeras substancias se encuentran fácilmente en la naturaleza, la primera
en lavas volcánicas, la segunda en la piedra caliza, la tercera es sal común. En
cuanto al agua destilada, bien puede ser sustituida por agua de lluvia. El
problema del método de Garlaschelli es que usa una técnica llamada diálisis para
generar la solución. La diálisis es un proceso similar al colado, sólo que el
colador tiene agujeros del tamaño de poros. Garlaschelli la
usa en este caso
para remover el cloruro férrico y de calcio sobrantes. La técnica en si no
requiere de gran sofisticación, y hasta pueden emplearse intestinos de animal
como membrana porosa, pero lo cierto es que su uso recién fue establecido en el
siglo XIX. Sin embargo Van Helmont, médico y químico belga (1577 - 1644)
demostró experimentalmente que la sal diluida en agua puede pasar a través de
una vejiga. Probablemente no fue el primero en observar el fenómeno. Y es sabido
que Hipócrates, usaba fieltro como filtro de agua. Obviamente que todos estos
argumentos no pueden demostrar que la técnica fuera conocida en el siglo XIV
cuando se relata por primera vez el milagro de Nápoles. Por eso es que Garlaschelli preparó una segunda mezcla sin el uso de la diálisis.
Las propiedades de la solución 1 (usando diálisis) son extremamente parecidas a
las de la sangre de San Genaro, con suaves movimientos, como los que un
sacerdote podría realizar, ya se licúa. Tiene además un color muy semejante. La
solución 2 (sin diálisis) también mostró propiedades similares, sólo que como su
purificación no fue completa al no haberse empleado diálisis, se deteriora más
rápidamente. De todas formas es bueno notar que los tests sufridos por ambas
sustancias son bastante más intensos que los delicados movimientos y el cuidado
especialísimo a que las ampollas veneradas son sometidas. Un segundo test
realizado por Michael Epstein y el propio Garlaschelli en 1992, fue obtener el
espectro de las substancias y compararlo con los de la sangre de San Genaro
obtenidos en 1902 por un grupo de científicos. Ambos espectros mostraron
características similares, y los dos, se parecen de manera genérica al espectro
de la sangre. Un espectro es la firma de una substancia, es decir, es único y
así debería permitir discenir entre sangre humana y sangre sintetizada. Pero el
método es indiscutible sólo cuando se cuenta con equipo suficientemente potente
y cuando la substancia estudiada está completamente aislada. Ambas
características están ausentes en el experimento de 1902, primero porque aún no
se empleaba fotografía para registrar los espectros, segundo porque la solución
no fue retirada de las ampollas y así la observación se encuentra contaminada
por el vidrio de estas y de la caja que las contiene. En la reproducción de
aquel estudio de 1902 realizada por Epstein y Garlaschelli,
se tuvo en cuenta estos hechos y se empleó un espectroscopio similar a los de
principios del siglo XX colocando las muestras dentro de vidrios semejantes a
los producidos en el siglo XIV.
La respuesta final al milagro de la sangre de San Genaro sólo ocurrirá cuando la
Iglesia autorice el estudio de las substancias dentro de las ampollas. En ese
sentido se mostró
colaboradora cuando permitió los análisis del sudario de Turín, durante siglos
considerado como la saya que cubrió al cadáver de Cristo y rodeado de gran
misterio desde el inicio del siglo XX. De todas formas, aún de demostrarse que
la sangre es en realidad una gelatina tixotrópica, dificilmente conoceremos la
historia de su origen, su inventor, y sus propósitos.
Se rumorea que a fines del 2008 o principios del 2009 se sabría si es sangre o
una gelatina tixotrópica...si llegase a ser sangre...qué explicación puede dar
la Ciencia?
La respuesta final al milagro de la sangre de San Genaro sólo ocurrirá cuando la Iglesia autorice el estudio de las substancias dentro de las ampollas. En ese sentido se mostró colaboradora cuando permitió los análisis del Sudario de Turín, durante siglos considerado como la saya que cubrió al cadáver de Cristo y rodeado de gran misterio desde el inicio del siglo XX. De todas formas, aún de demostrarse que la sangre es en realidad una gelatina tixotrópica, difícilmente conoceremos la historia de su origen, su inventor, y sus propósitos.
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